viernes, 16 de diciembre de 2011

TALLER SELECCIÓN IMÁGENES

Después del ejercicio de selección de imágenes tuvimos una sesión para generar una imagen propia a través de este proceso ahondando en la idea de ley de mínimos.
Teníamos dos opciones a representar: Mandarina o Pueblo

Y por dios con lo monas que son las mandarinas y todas las vacas, viejos y albarcas que he visto en mi vida ¿cómo no iba a elegir pueblo?

Dentro del aula resonaban nuestros ecos nerviosos pensando cómo ibas a lograr una representación metonímica en tan poco tiempo.

Viendo al resto de compañeros que salían fuera a buscar mandarinas y pueblos por los alrededores, me negué a buscar mi pueblo en Aranjuez , porque las opciones que me quedaban de esta manera con las que podía estar conforme eran claras: reunión de ancianos jugando a la petanca (de esta idea podía reducirse al cartel que hay situado al lado de ´´la pista´´ que reza asi´´prohibido jugar al balón) o retratar cualquier escena de Aranjuez e ir quitando elementos con el borrador del photoshop hasta que no haya nada y entonces copiar y pegar una amapola de google.

Me quede en clase y busqué una solución

Comencé queriendo representar al pueblo como 
´´el conjunto de personas de una nación, región o localidad´´
Introduciendo un montón de bolitas de papel en un cajón simulando un pueblo con su cuerpo y su contenido.
Relacionaba el concepto propio con su negación o su antónimo;
-Haciendo referencia a los carteles de entrada y salida a una población.
-Comparando con simbología matemática el skyline que tiene una gran ciudad, una ciudad y un pueblo.

La verdad esque esto no servía para el fín mismo del ejercicio, pues se buscaba la representación misma, sin rodeos, ni comparaciones necesitando otros conceptos similares y sirviendonos de la ley de mínimos.

Decidí que no podía desaprovechar por lo menos el uso del skyline como imagen, o tal vez me estaba gustando la representación lineal.
El caso es que bajé a la clase de escultura a pedirle a Paco un par de fragmentos de alambre fino para dibujar con ello sobre una de las mesas blancas del aula de dibujo técnico dándole vueltas al último dibujo que aparece en los bocetos.












Este el desarrollo .
La primera imagen es la que presenté en cuanto hube bajado un par de veces más a escultura al ver que me faltaban más fragmentos de alambre para completar la imagen que tenía en mente.
Lo cierto es que había algunas lineas prescindibles, que le daban perspectiva y detallaban el valle y el núcleo del pueblo.
Mientras les quitaba montañas y desahuciaba a los habitantes del pueblo de sus casitas les iba dotando de algo de humanidad y a la vez me sentía un Dios caprichoso.
Hasta que les quité el sol y me convertí en un Dios tiránico.


Entonces, y sólo entonces yo sentí que ya había terminado el ejercicio.
Aunque todavía tenía mis diferencias con María Jesús dejándome con ganas de darle un uso racional al alambre;

si utilizo un alambre para dibujar lo interesante sería que defendiera porque lo estoy utilizando (por ejemplo creando sombras) y no utilizándolo sin más desaprovechando su potencial.

Pero eso son vacios legales que todavía estoy a tiempo de reordenar y ocupar de la manera más consecuente posible.











No hay comentarios:

Publicar un comentario